Muchas son las interrogantes que se tienen sobre el curso OS10. Sin embargo lo principal es conocer qué es y para qué sirve.
El curso OS10, es una formación obligatoria exigida por la Prefectura de Seguridad Privada de Carabineros que sirve para acreditar a personas que realizan actividades de vigilancia y seguridad privada. Este se realiza directamente a través de la Comisaría de Seguridad Privada, en la Región Metropolitana y las Oficinas de Seguridad Privada en otras zonas del país. Dicha certificación permite realizar actividades de guardia y vigilancia.
Actualmente, Chile está viviendo una ola migratoria con cientos de miles de personas que han elegido nuestro país como su nuevo hogar. Frente a esto, existen dudas respecto a los oficios que legalmente pueden ejercer los migrantes, especialmente en el caso de edificios y condominios. Una buena opción para ellos, es la de trabajar como conserjes de edificios. Esto es posible desde 2017 gracias a una modificación realizada en el Decreto de Ley N°3.607 que permite a estas personas poder cursar por primera vez el necesario curso OS10 para ejecutar dicho rol.
De esta manera, el reglamento presentado por el Ministerio del Interior, señala que: “se hace necesario establecer nuevos estándares de seguridad que deberán adoptar aquellas entidades reguladas por la Ley N° 19.303 o por el Decreto Ley N° 3.607, de 1981, en relación a los riesgos y vulnerabilidades que presenta cada rubro o actividad, especialmente estableciendo nuevos requisitos y medidas de seguridad para guardias de seguridad privada, nocheros, porteros, rondines y vigilantes privados. Todo ello, con el objeto de propender a mejorar la seguridad pública a través de la prevención y control de los delitos por medio de la colaboración público-privada”.
¿Por qué es necesario el curso OS10 para ser conserje?
Porque este es un requisito obligatorio para poder realizar la función de control de acceso en las comunidades de edificios, entre otras labores. Hasta hace poco era una certificación exclusiva para ciudadanos chilenos. Sin embargo, ahora el curso OS10 estará abierto para todos los ciudadanos sin importar su nacionalidad, mientras que cumplan con lo siguiente:
- Tener 18 años de edad
- Contar con la Residencia definitiva
- Haber completado la enseñanza Media o su equivalente
- No haber sido condenado ni estar sometido a proceso por crimen o simple delito
- Tener condiciones físicas y psíquicas compatibles con la función que se va a desempeñar
¿Qué tipo de documentos se les solicita a los ciudadanos extranjeros para realizar el curso?
- Fotocopia de cédula de identidad (ambos lados con residencia DEFINITIVA)
- Certificado de antecedentes personales para fines especiales, máximo 30 días antes de la presentación a la autoridad fiscalizadora (este se obtiene en el Registro Civil e Identificación)
- Certificado de escolaridad. Acreditar que se ha rendido y aprobado la enseñanza básica completa
- Certificado médico
- Certificado Psiquiátrico
- Certificado de informes comerciales
Con esta medida, los migrantes ya pueden asistir a este taller que entrega herramientas básicas sobre técnicas de seguridad privada, necesarias para responder ante eventos relacionados con materias de seguridad que puedan afectar a los copropietarios de alguna comunidad.
No obstante, quienes realicen el curso OS10 deberán cumplir con un 80% de asistencia a cada área y un 60% de aprobación en el examen escrito y práctico de esta capacitación, que debe ser rendida ante la Autoridad Fiscalizadora de Carabineros de Chile. (OS-10).
Esta acreditación tiene una duración de 3 años, tiempo después del cual los asistentes deberán realizar el curso de perfeccionamiento o reentrenamiento.
Hasta el momento, el curso OS10 era la única limitante para que extranjeros sin residencia definitiva (como analizamos en un post previo en nuestro blog de Edifito) pudieran trabajar sin problemas como conserjes en edificios y condominios, limitando su participación solamente a labores de aseo y no de control de entrada.
Con esta medida, los migrantes ya pueden ser parte sin problemas de las comunidades, que al igual que con sus pares chilenos, deben cumplir con las leyes laborales, emitiendo los respectivos contratos de trabajo y pagando sus remuneraciones e imposiciones.